Resumiré lo que he hecho estos días.
Día 13 de Junio - El día de los de clase
Después del examen (que ya dije que me salió de pena), fuimos los de clase a tomar unas cervezas a una terraza. Nos juntamos unas 20 personas y llenamos toda la terraza del bar. Luego, fuimos al ático de unos amigos a seguir bebiendo. Había un compañero de clase con el que nunca había hablado yo, que tenía mujer e hijos, y nos contaba el porqué de que decidiese seguir estudiando, y nos contó mil batallas de su trabajo. A las 00:00 se apagaba la luz del ático, por lo que, previsores, encendimos velas para iluminar los corros que se formaban, cada uno con conversaciones diferentes: anécdotas, historias del colegio, viajes, trabajo....
A las 02:00 algunos querían salir a romper la noche alicantina. Yo estaba tan cansado que no salí de farra, y me fui a dormir.
Día 14 de Junio- El día de las tapas
Me desperté a las 15:00. Aproveché y dormí todo lo que pude. Por la tarde bajé a Alicante con unos amigos y fuimos de tiendas. Después, fuimos por "el barrio" (el casco antiguo de Alicante) a tomar unas tapas. Me encanta esa parte de la ciudad durante el día. Muchísima gente paseando, otras hablando en las esquinas mientras toman unos tercios de cerveza. Ambiente de verano con olor a comida que salía de los bares y con el vocerío de la gente que retumbaba en las paredes de los callejones. Nosotros, cansados y con hambre tras haber estado pateando todo el Centro, nos sentamos en una terraza. Pedimos cada uno una caña que venía con su correspondiente tapa (por 1'50€ tienes una caña más una tapa a elegir), y estuvimos ahí un rato hablando mientras a nuestro lado, un hombre solitario que luego resultó ser canadiense, se comía un chuletón con pimientos y patatas. Como ver ese chuletón con patatas nos dió hambre, pedimos otra caña para que nos sacaran otra tapa a cada uno. Y, tras haber cenado de tapas, ya iba siendo hora de volver a casa.
Plaza de Santa Cruz - Alicante
Día 15 de Junio - El día de Terra Mítica y Benidorm
Me desperté muy pronto, así como a las 08:00 de la mañana. Estaba incluso nervioso porque íbamos casi todos a Terra Mítica. Íbamos unas 11 personas y yo tenía que ir a casa de un amigo donde cogeríamos el coche para ir allá. Antes de ir, pasé por una tienda y compré patatas fritas y barras de pan para hacer los bocadillos. A las 09:00, mientras los demás se duchaban y vestían, me puse a hacer junto con otro amigo los bocadillos de lomo. A las 10:30 estábamos en Terra Mítica (que está en Benidorm, a 30 minutos de Alicante). Hacía muchísimo sol, y todos queríamos montarnos en las atracciones. Empezamos por algo suave que no marease mucho, y poco a poco fuimos subiendo el nivel hasta montarnos en todo lo que había. El sol era sofocante y ni los humidificadores que había por todo el parque y que lanzaban chorros de vapor de agua conseguían refrescarnos, así que nos montamos como 5 veces en atracciones de agua de las que salíamos empapados.
A las 14:00 fuimos a comer a una sombra y fue ahí donde me enteré que había aprobado un examen... ¡¡y con buena nota!! Terminamos de comer y fuimos a tomar café a una terraza del parque, y después fuimos a montarnos al caída libre. Estuvimos toda la tarde de un lado para otro, sudando, mojados... Como al final estábamos cansados nos metimos al teatro romano a ver un espectáculo. Estuvo bastante bien la verdad.
Y así seguimos todo el día. Atracción, granizado en una terraza, atracción, etc.
A las 20:00 todos nos fuimos del parque porque ya lo cerraban, y mis compañeros de coche y yo decidimos ir a Benidorm a cenar. Los demás no querían porque estaban muy cansados, pero a nosotros nos apetecía terminar el día en Benidorm. Llegamos, aparcamos el coche, y nos pateamos la playa viendo el atardecer. Fuimos al mirador, y después nos sentamos a cenar en la terraza de una pizzería. Luego fuimos a otra terraza a tomar una cerveza, y mientras nos dirigíamos al coche miré a la Luna y me dí cuenta de que esa noche había eclipse lunar. Nos paramos y nos sentamos un rato a verlo, los cinco juntos.
Al tiempo en que la Luna ya se dejaba ver de nuevo, nos fuimos al coche, y nos dirigimos a casa. ¡Qué gran día!
Día 16 de Junio - El día de la excursión
Me desperté a las 10:00, y había quedado con 3 amigos más para ir todo el día a la Región de Murcia. Yo nunca había estado ahí y me hacía ilusión. Al final, entre una cosa y otra, salimos a las 12:00, y se apuntó uno más a última hora.
Y ahí estábamos los 5, en un coche de alquiler yendo a Murcia. Llegamos en menos de una hora y aparcamos bastante cerca del Ayuntamiento. Tres de los cinco que íbamos eran de Zaragoza y, no se les ocurrió otra cosa que llevar en una mochila la bandera de Aragón para hacerse una foto con ella junto al cartel del Ayuntamiento donde se puede leer "Agua para todos". Fue gracioso porque la gente, mientras yo les hacía la foto, miraba como si estuviéramos provocando, y la verdad es que estábamos provocando, pero realmente poca gente se daría cuenta de que esa bandera era la de Aragón. Muchos pensarían que era de Cataluña, y se quedarían sin entender el porqué de nuestro acto.
El calor que hacía era insoportable. El termómetro marcaba 40ºC, y era imposible estar en la calle. Yo me quejo siempre del calor de Alicante, que es húmedo, pero la verdad es que ese calor tan seco daba asco. El aire que soplaba era aire totalmente cálido que hacía que fuese difícil hasta respirar. Las calles estaban bastante vacías y las terrazas de los bares estaban vacías. Todo el mundo estaba dentro de los bares al "abrigo" del aire acondicionado. Vimos la catedral de Murcia, paseamos por las calles, y entramos a comer a un bar. Después, antes de irnos, nos metimos a otro bar a tomarnos unos granizados de limón mientras bajábamos la comida.
A las 16:00 estabamos camino de La Manga del Mar Menor. Siempre había oido hablar de ella y sentía curiosidad. Cuando llegamos me quedé impresionado por lo masificado que está todo eso. Todo lleno de hoteles a menos de 10 metros de la orilla del mar, apartamentos a medio construir abandonados seguramente por el estallido de la burbuja inmobiliaria... No me gustó nada ver tanto edificio de hormigón junto al mar. Cada edificio era distinto. Unos rectangulares, otros en forma de pirámide, unos rojos, otros blancos... ¡qué horterada de sitio! No había nadie por la calle, no había comercios, ni nada (normal estando a mediados de junio me imagino). Lo único que había era una carretera que atravesaba todo el cordón litoral a cuyos lados dejaba verse el mar. Era muy curioso cómo había puntos en lo que lo único que casi cabía en tierra firme era la carretera, y a los dos lados tenías el mar: el Mar Menor hacia el interior, y el Mediterráneo hacia el exterior.
Atravesamos todo el cordón litorial, y dimos la vuelta. Vimos un chiringuito junto a la orilla del Mar, aparcamos el coche, y entramos. No había nadie. Sólo la camarera y nosotros. Nos sentamos en una mesa que estaba a 5 metros de la orilla del mar, y pedimos algo de beber. La música que sonaba era chill-out, y la brisa del mar hacía que fuese imposible querer irse de ahí. Estuvimos una hora hablando, y nos tumbamos también en la playa... Cuando nos cansamos nos fuimos al coche, y partimos rumbo a Cartagena.
Al llegar nos perdimos, y acabamos en un barrio bastante tercermundista donde había familias enteras sentadas en la acera con sillas de plástico. Nos dio bastante mal rollo así que aceleramos rápido y finalmente encontramos el lugar donde habíamos quedado con unas conocidas. Nos llevaron por el casco antiguo de Cartagena, y dimos un paseo por el Puerto. Después fuimos a cenar a un bar de tapas y, como es costumbre, cerramos la noche en un bar tomando unas cervezas.
A la 01:00 cogíamos el coche para volver a casa. Estábamos muertos de sueño y reventados porque habíamos estado todo el día viendo cosas.
A las 02:30 estaba durmiendo en mi cama, y caí rendido.
Día 17 de Junio - El día de dormir
Me desperté a las 14:00 y pasé todo el día en la cama tumbado. No tenía ganas de hacer nada. Bajé a comer y por la tarde me puse a ver una película. Después bajé un poco a la piscina y me volví a dormir. Estuve todo el día atontado en la cama o en el ordenador viendo series y películas.
Día 18 de Junio - El día de la farra
Seguía aún atontado, con sueño, sin ganas de hacer nada. Por la tarde quedé con un amigo para tomar algo en una terraza de un bar y, por la noche, habíamos quedado para salir a Alicante. Fuimos al ático de un amigo y subimos a la terraza, donde pusimos dos mesas y nos sentamos todos mientras bebíamos y contábamos cualquier cosa. A las 02:00 pedimos taxis y bajamos a Alicante. Estuvimos por unos bares del barrio (el Caso Antiguo). No había excesiva gente. Se notaba que los exámenes de junio se habían acabado y que muchos estudiantes se habían ido ya.
Al final, entre una cosa y otra, acabamos a las 05:30 en el McDonald's, comiendo una hamburguesa. Después pateamos bastante hasta conseguir un taxi libre. El taxista era navarro (como yo), y nos contó que había estado en Alemania desde los 20 años trabajando en una fábrica de armamento. Nos contó cosas de la guerra, y de que también había estado en Cuba y en Colombia. Era el típico taxista sabio. Hablaba de política y de conflictos internacionales como si fuese un diplomático. Los 15 minutos que duró el viaje en el taxi estuvimos escuchándole boquiabiertos en la medida de lo posible, ya que íbamos un poco afectados por el alcohol. Me gusta montar en taxi porque los taxistas me parecen personas muy curiosas que han tenido que ver de todo. Han tenido que escuchar mil historias de cada uno de sus pasajeros, y siempre son buenos dando consejos o hablando de la vida.
A las 06:30 ya estaba durmiendo en mi cama, y me he despertado hace 2 horas.
Hoy no sé lo qué haré... pero seguramente me quede tirado como un parásito en mi cama viendo la televisión.
Creo que nunca había escrito una entrada tan larga en mi blog, pero me apetecía contar lo que he hecho en vacaciones, más que nada porque luego mi madre dice que nunca le cuento nada.
Saludos!!!!!!!!!
A las 14:00 fuimos a comer a una sombra y fue ahí donde me enteré que había aprobado un examen... ¡¡y con buena nota!! Terminamos de comer y fuimos a tomar café a una terraza del parque, y después fuimos a montarnos al caída libre. Estuvimos toda la tarde de un lado para otro, sudando, mojados... Como al final estábamos cansados nos metimos al teatro romano a ver un espectáculo. Estuvo bastante bien la verdad.
Y así seguimos todo el día. Atracción, granizado en una terraza, atracción, etc.
A las 20:00 todos nos fuimos del parque porque ya lo cerraban, y mis compañeros de coche y yo decidimos ir a Benidorm a cenar. Los demás no querían porque estaban muy cansados, pero a nosotros nos apetecía terminar el día en Benidorm. Llegamos, aparcamos el coche, y nos pateamos la playa viendo el atardecer. Fuimos al mirador, y después nos sentamos a cenar en la terraza de una pizzería. Luego fuimos a otra terraza a tomar una cerveza, y mientras nos dirigíamos al coche miré a la Luna y me dí cuenta de que esa noche había eclipse lunar. Nos paramos y nos sentamos un rato a verlo, los cinco juntos.
Al tiempo en que la Luna ya se dejaba ver de nuevo, nos fuimos al coche, y nos dirigimos a casa. ¡Qué gran día!
Día 16 de Junio - El día de la excursión
Me desperté a las 10:00, y había quedado con 3 amigos más para ir todo el día a la Región de Murcia. Yo nunca había estado ahí y me hacía ilusión. Al final, entre una cosa y otra, salimos a las 12:00, y se apuntó uno más a última hora.
Y ahí estábamos los 5, en un coche de alquiler yendo a Murcia. Llegamos en menos de una hora y aparcamos bastante cerca del Ayuntamiento. Tres de los cinco que íbamos eran de Zaragoza y, no se les ocurrió otra cosa que llevar en una mochila la bandera de Aragón para hacerse una foto con ella junto al cartel del Ayuntamiento donde se puede leer "Agua para todos". Fue gracioso porque la gente, mientras yo les hacía la foto, miraba como si estuviéramos provocando, y la verdad es que estábamos provocando, pero realmente poca gente se daría cuenta de que esa bandera era la de Aragón. Muchos pensarían que era de Cataluña, y se quedarían sin entender el porqué de nuestro acto.
El calor que hacía era insoportable. El termómetro marcaba 40ºC, y era imposible estar en la calle. Yo me quejo siempre del calor de Alicante, que es húmedo, pero la verdad es que ese calor tan seco daba asco. El aire que soplaba era aire totalmente cálido que hacía que fuese difícil hasta respirar. Las calles estaban bastante vacías y las terrazas de los bares estaban vacías. Todo el mundo estaba dentro de los bares al "abrigo" del aire acondicionado. Vimos la catedral de Murcia, paseamos por las calles, y entramos a comer a un bar. Después, antes de irnos, nos metimos a otro bar a tomarnos unos granizados de limón mientras bajábamos la comida.
A las 16:00 estabamos camino de La Manga del Mar Menor. Siempre había oido hablar de ella y sentía curiosidad. Cuando llegamos me quedé impresionado por lo masificado que está todo eso. Todo lleno de hoteles a menos de 10 metros de la orilla del mar, apartamentos a medio construir abandonados seguramente por el estallido de la burbuja inmobiliaria... No me gustó nada ver tanto edificio de hormigón junto al mar. Cada edificio era distinto. Unos rectangulares, otros en forma de pirámide, unos rojos, otros blancos... ¡qué horterada de sitio! No había nadie por la calle, no había comercios, ni nada (normal estando a mediados de junio me imagino). Lo único que había era una carretera que atravesaba todo el cordón litoral a cuyos lados dejaba verse el mar. Era muy curioso cómo había puntos en lo que lo único que casi cabía en tierra firme era la carretera, y a los dos lados tenías el mar: el Mar Menor hacia el interior, y el Mediterráneo hacia el exterior.
Atravesamos todo el cordón litorial, y dimos la vuelta. Vimos un chiringuito junto a la orilla del Mar, aparcamos el coche, y entramos. No había nadie. Sólo la camarera y nosotros. Nos sentamos en una mesa que estaba a 5 metros de la orilla del mar, y pedimos algo de beber. La música que sonaba era chill-out, y la brisa del mar hacía que fuese imposible querer irse de ahí. Estuvimos una hora hablando, y nos tumbamos también en la playa... Cuando nos cansamos nos fuimos al coche, y partimos rumbo a Cartagena.
Al llegar nos perdimos, y acabamos en un barrio bastante tercermundista donde había familias enteras sentadas en la acera con sillas de plástico. Nos dio bastante mal rollo así que aceleramos rápido y finalmente encontramos el lugar donde habíamos quedado con unas conocidas. Nos llevaron por el casco antiguo de Cartagena, y dimos un paseo por el Puerto. Después fuimos a cenar a un bar de tapas y, como es costumbre, cerramos la noche en un bar tomando unas cervezas.
A la 01:00 cogíamos el coche para volver a casa. Estábamos muertos de sueño y reventados porque habíamos estado todo el día viendo cosas.
A las 02:30 estaba durmiendo en mi cama, y caí rendido.
Día 17 de Junio - El día de dormir
Me desperté a las 14:00 y pasé todo el día en la cama tumbado. No tenía ganas de hacer nada. Bajé a comer y por la tarde me puse a ver una película. Después bajé un poco a la piscina y me volví a dormir. Estuve todo el día atontado en la cama o en el ordenador viendo series y películas.
Día 18 de Junio - El día de la farra
Seguía aún atontado, con sueño, sin ganas de hacer nada. Por la tarde quedé con un amigo para tomar algo en una terraza de un bar y, por la noche, habíamos quedado para salir a Alicante. Fuimos al ático de un amigo y subimos a la terraza, donde pusimos dos mesas y nos sentamos todos mientras bebíamos y contábamos cualquier cosa. A las 02:00 pedimos taxis y bajamos a Alicante. Estuvimos por unos bares del barrio (el Caso Antiguo). No había excesiva gente. Se notaba que los exámenes de junio se habían acabado y que muchos estudiantes se habían ido ya.
Al final, entre una cosa y otra, acabamos a las 05:30 en el McDonald's, comiendo una hamburguesa. Después pateamos bastante hasta conseguir un taxi libre. El taxista era navarro (como yo), y nos contó que había estado en Alemania desde los 20 años trabajando en una fábrica de armamento. Nos contó cosas de la guerra, y de que también había estado en Cuba y en Colombia. Era el típico taxista sabio. Hablaba de política y de conflictos internacionales como si fuese un diplomático. Los 15 minutos que duró el viaje en el taxi estuvimos escuchándole boquiabiertos en la medida de lo posible, ya que íbamos un poco afectados por el alcohol. Me gusta montar en taxi porque los taxistas me parecen personas muy curiosas que han tenido que ver de todo. Han tenido que escuchar mil historias de cada uno de sus pasajeros, y siempre son buenos dando consejos o hablando de la vida.
A las 06:30 ya estaba durmiendo en mi cama, y me he despertado hace 2 horas.
Hoy no sé lo qué haré... pero seguramente me quede tirado como un parásito en mi cama viendo la televisión.
Creo que nunca había escrito una entrada tan larga en mi blog, pero me apetecía contar lo que he hecho en vacaciones, más que nada porque luego mi madre dice que nunca le cuento nada.
Saludos!!!!!!!!!
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