viernes, 9 de septiembre de 2011

Dolor en el otro tendón de aquiles... ¡el bueno!

Buenas, la verdad es que esto que voy a contar no son muy buenas noticias. Como dije en una entrada anterior, llevo tiempo saliendo a correr unas 3-4 veces por semana. Hasta hace dos días iba todo perfecto y los dolores o molestias que podía sentir en los tobillos eran los típicos dolores que te pueden venir después de haber forzado al cuerpo pero que se pasan con una ducha de agua caliente.

El tendón derecho (el operado por tendinitis aquílea) no me daba molestias ni durante ni después del ejercicio y eso me hacía estar contento. Lo único, en la zona de la cicatriz se me hacían algunas rozaduras ya que la piel de la cicatriz es más sensible, pero eso lo arreglé poniendome unos calcetines mejores.

 La mayor parte de las tendinitis de aquiles se puede evitar
con un calzado apropiado que disminuya las tensiones  en el tendón.
 
Pues bien, el otro día, tras haber salido por la mañana a correr, noté que me molestaba el tendón izquierdo. ¡Sí, el izquierdo, el del pie bueno! No le di importancia pero me empecé a rallar cuando notaba los mismos síntomas que años atrás tenía en el tendón derecho: al estar sentado y levantarme me dolía, el tendón lo tenía enrojecido, cojeaba un poco...

Me tranquilizaba saber que ése era el tendón bueno, el no operado. Si me hubiese vuelto a doler el tendón operado eso significaría que todo comenzaba de nuevo. Pero también, el pensar que el tendón bueno podría seguir el mismo camino que el otro, me desmoralizó un poco, así que en cuanto pude, me metí en la ducha, me di masajes alternando agua fría y agua caliente mientras estiraba el tendón y, al salir, me di otro masaje con pomada antiinflamatoria y me eché un poco de reflex para aliviar el dolor, me tomé un antiinflamatorio suave y me puse unas taloneras extra en las zapatillas. Ya de por sí llevo unas taloneras pequeñitas de poca altura que me compré en Decathlon. Pues bien, me puse además encima de éstas, otras, de forma que caminé con dos taloneras* en cada pie para dar mayor inclinación y para evitar que los tendones se estirasen tanto. Y así salí a la calle. Al día siguiente notaba que me dolía muchísimo menos, y ahora mismo es como si ya no tuviese nada inflamado. Está de nuevo perfecto.

 Los estiramientos de gemelo/tendón de aquiles preparan al tendón
para la posterior actividad de forma que consigue aguantar mayores tracciones
sin que sea perjudicial para el tendón.

Y así espero que siga, porque voy a estar un tiempo sin volver a correr y me seguiré unos días dando pomada antiinflamatoria.

El fallo que hacen muchos es lo siguiente:

A) Les empieza a doler el tendón, pero siguen con la actividad, o la reducen.
B) Les empieza a doler el tendón, paran la actividad y, cuando se les ha pasado, continúan con su actividad normal

Esas dos cosas están mal hechas. Lo que hay que hacer es lo siguiente:

1) A la mínima molestia en el tendón de aquiles, parar completamente la actividad y aplicar hielos, masajes, antiinflamatorios, pomada, etc. Si se tiene, es mejor llevar taloneras ya que al hacer que el tendón se estire menos, ayuda a que la inflamación de éste se vaya antes. Si se tienen tobilleras especiales para la tendinitis, también pueden usarse.

 A la mínima molestia en el tendón de aquiles se debe parar
la actividad para evitar una mayor inflamación que
termine cronificándose (tendinosis)

2) Seguir con esa rutina unos días hasta que las molestias en el tendón se vayan completamente (desaparezca la inflamación, el enrojecimiento, la molestias...)

3) Cuando haya pasado una semana (5 o 7 días), y si ya no existen molestias, reiniciar la actividad física o deportiva gradualmente. Por ejemplo, bajar el ritmo o tiempo de carrera, en el caso del running, hacer rutas más cómodas (terrenos blandos como tierra), etc.

 El conocer nuestras propias limitaciones puede convertirse en nuestro aliado. 
Una retirada a tiempo es una victoria, y conseguiremos evitar patologías del tendón.

4) Si vuelve alguna molestia, por pequeña que sea, volver al paso 1).

5) Si todo va bien, cuidar de aquí en adelante el tendón (masajes, estiramientos antes de la actividad, tobilleras, mirar si el calzado es adecuado, mirar si es necesario llevar plantillas por pie cavo, etc.)

A mí, de momento, el tendón operado me va perfectamente, y el tendón izquierdo que me dio la lata vuelve a la completa normalidad.

Puede parecer exagerado todo esto, pero una tendinitis es mejor cogerla cuanto antes, ya que si no, puede pasarte como a mí, y tener que estar 2 años con tendinitis y llegar a no poder subir ni escaleras no es muy agradable.

Espero que esto sirva a alguien.

Saludos!!

taloneras* Las taloneras no se deberían usar siempre a menos que se padezca alguna patología crónica. La talonera actúa elevando el talón y haciendo que la extensión del tendón disminuya. Utilizandolas siempre, el tendón se puede acostumbrar a ese nivel de estiramientos inferior al normal, de forma que cuando se vuelva a andar sin taloneras existan molestias. Además, se deben usar siempre taloneras en los dos pies, independientemente de cuál sea el afectado.