Han pasado 2 meses y 5 días desde mi operación en la Clínica San Miguel de Pamplona. Por resumir, tras estar año y medio con tendinitis aquílea, y después de intentar solucionar el problema con fisioterapia, rehabilitación, pastillas, hielo, tobilleras, taloneras, reposo... decidieron operarme.
Y hoy he tenido de nuevo consulta con el traumatólogo que me operó. El viaje en autobús ha sido muy incómodo. Aunque tenía muchos asientos libres para dormirme y estar cómodo, sólo me he dormido una hora. A las 20:20 salió el autobús de Alicante, luego pasó por Benidorm, Valencia, Tudela, y llegó a Pamplona. Hicimos una parada a medio camino en Teruel de 25 minutos. Aproveché, fui al baño, y después me compré un bocadillo y un botellín de agua. Entre las dos cosas pagué 7 euros. Es un timo, lo sé, y me tendría que haber llevado algún bocadillo hecho de casa, pero no caí en la cuenta.
El viaje lo he pasado escuchando música en mi iPOD y viendo dos películas que han puesto que, por cierto, me han parecido penosas. Eran "Rex, el perro bombero" y "La brújula dorada".
A las 05:30 llegaba el autobús a la estación de autobuses de Pamplona. Me he desmontado, he cogido todo, y he esperado a mi hermano que ha venido a buscarme. He dormido en su casa de Pamplona y por la mañana me ha llamado mi madre para quedar conmigo e ir a la Clínica.
A las 10:30 me dirigía con mi madre en coche hacia ahí. Yo he ido andando con las dos muletas aunque me sentía estúpido porque notaba que no las necesitaba y que estaba haciendo el paripé. La sala de espera estaba llena, como nunca antes la había visto. Pensaba que tendría que esperar mucho pero en cuanto me he sentado ha salido el traumatólogo y me ha llamado.
He entrado andando con las muletas y me ha dicho el traumatólogo:
- Andas como si no llevases muletas...
He soltado un "pfff" y me he sentado en la silla. Tras hablar un poco con mi madre ha comentado:
- Bueno Pablo, ¿cómo va? Dime que ya se te ha curado completamente.
- Pues bueno, noto muchísima mejoría pero a veces me molesta algo, al levantarme por la mañana o cuando estoy mucho tiempo en la misma postura - he contestado.
Me ha mandado descalzarme, así que me he quitado las zapatillas, el calcetín y la media de compresión y me he tumbado. Ha estado haciéndome movimientos en el pie. "Ahora tuércelo así, ahora flexiónalo...". Me ha tocado también en el punto crítico donde siempre me ha dolido (justo en la inserción del tendón aquíleo con el hueso calcáneo) y, para mi sorpresa, aunque notaba alguna pequeña molestia no me ha dolido. Llevo dos meses sin querer tocarme ese punto porque tenía miedo de que me volviese a doler. Me he alegrado mucho.
- Una cosa, ¿es normal que tenga la zona de la cicatriz roja? - le he preguntado intrigado.
- Sí, es normal, tienes todo bien, es normal que aún tengas algo rojo e inflamado, por el roce con el calzado y tal.
Me he alegrado mucho. Me ha mandado andar normal, andar de puntillas, andar con los talones, dar pequeños saltitos estando de puntillas. Nada, no he sentido nada. Ni rastro de dolor.
También le he estado contando que a veces he estado cinco días con dolor y que de repente notaba algún pinchazo. Me ha dicho que es normal y que no me preocupe.
- Bien, pues Pablo, parece que todo está yendo bien. A partir de ahora deja ya las muletas. Tienes que hacer vida normal, pero intenta no subir escaleras ni agacharte. Tienes que hacer bicicleta para ir fortaleciendo el tendón y, si puedes, vendría bien que andases por el agua. Puedes aprovechar que estás en Alicante para andar por la orilla de la playa con los pies metidos en el agua.
Le he preguntado si tengo que seguir llevando las taloneras de silicona que llevo, y me ha dicho que si quiero las tire, pero me dan mucha seguridad así que igual las sigo llevando un tiempo...
Me ha dado cita para el día 29 de diciembre. Hasta entonces tengo que hacer bicicleta poco a poco para ir fortaleciendo el tendón, hacer vida normal pero intentando no subir escaleras ni agacharme, y ya está. Ni rehabilitación, ni fisioterapia, ni nada de eso. Si para entonces he mejorado más, me dará el alta.
He salido muy contento. No sólo me ha dicho que va todo bien, sino que ya no voy a tener que llevar muletas. Al parecer, todas las molestias que he venido sufriendo son normales porque lógicamente el tendón aún se tiene que fortalecer mucho. La pequeña inflamación que tengo también es completamente normal.
A partir de ahora haré vida normal. Saldré de fiesta, andaré en bici, puede que vaya a nadar... Ya no me tendré que preocupar de las muletas.
A día de hoy yo sé que no tengo el tendón 100% bien, porque aún siento alguna molestia de vez en cuando. Pero por lo visto es completamente normal. Ahora tendré que dejar pasar el tiempo, y ver cómo me responde. Sólo toca esperar hasta la próxima cita dentro de mes y medio.
Creo que por fin todo está empezando a ir bien. Ahora me acuerdo de situaciones anteriores que he vivido por todo esto del tendón y es cuando realmente me doy cuenta de lo largo y duro que ha sido el camino; un camino lleno de obstáculos y de impedimentos. Pero ahora, como digo, parece que todo está empezando a ir mejor. Es pronto para hablar puesto que todavía tengo que recuperar mucho, pero estoy más animado. Si el traumatólogo me hubiese dicho que mi tendón sigue mal me habría hundido, sinceramente. Pero hay que ser fuertes y luchar, aunque a veces eso suponga dar dos pasos hacia adelante y uno hacia atrás. Hay que probar soluciones nuevas, médicos nuevos. Lo único necesario para recuperarse de una tendinitis del aquiles es encontrar a un médico que de verdad quiera ayudarte con el problema y que no te trate como si fueses un quejica. Una vez que lo encuentras ya todo empieza a resultar mucho más fácil y rápido. Lo difícil tal vez sea encontrar a esa persona que sepa lo que te ocurre y quiera "perder" tiempo contigo. Yo la encontré y estoy teniendo mucha suerte.
Creo que por fin todo está empezando a ir bien. Ahora me acuerdo de situaciones anteriores que he vivido por todo esto del tendón y es cuando realmente me doy cuenta de lo largo y duro que ha sido el camino; un camino lleno de obstáculos y de impedimentos. Pero ahora, como digo, parece que todo está empezando a ir mejor. Es pronto para hablar puesto que todavía tengo que recuperar mucho, pero estoy más animado. Si el traumatólogo me hubiese dicho que mi tendón sigue mal me habría hundido, sinceramente. Pero hay que ser fuertes y luchar, aunque a veces eso suponga dar dos pasos hacia adelante y uno hacia atrás. Hay que probar soluciones nuevas, médicos nuevos. Lo único necesario para recuperarse de una tendinitis del aquiles es encontrar a un médico que de verdad quiera ayudarte con el problema y que no te trate como si fueses un quejica. Una vez que lo encuentras ya todo empieza a resultar mucho más fácil y rápido. Lo difícil tal vez sea encontrar a esa persona que sepa lo que te ocurre y quiera "perder" tiempo contigo. Yo la encontré y estoy teniendo mucha suerte.
Os seguiré contando mi evolución periódicamente :D
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