jueves, 6 de enero de 2011

Día de Reyes

Esta mañana he llegado a casa a las 04:00. Ayer, día 5, tuve cena con los amigos en la bajera. Hicimos (hicieron) migas y cordero en chilindrón, todo ello acompañado por sidra y cerveza, y después salimos por ahí a dar una vuelta. Al final terminamos todos dispersos por los bares del pueblo y yo hablando con una antigua profesora que me dió clase en Bachiller, con conocidos a los que hacía más de un año que no veía... Total, que como me perdí del resto del grupo y estaba cansado (y algo tocado por el alcohol) me fui pronto.

Al llegar a casa tuve que hacer el rito anual de Reyes. Mi madre, todas las noches del 5 de enero, deja en el salón una bota o zapato de cada uno de nosotros y a la mañana siguiente alrededor de las botas aparecen los regalos que tiene cada uno. Esa misma tarde mi padre había aparecido en mi habitación y como si fuese un espía me dijo:

- Shhh... Pablo... Pablo... Toma, estos son los regalos de mamá, escóndelos en tu armario.

Los cogí, y él se fue sin hacer ruido mirando a izquierda y derecha. Eran dos bolsas, una con varias cajas y otra que tenía forma de bastón... Estuve pensando por qué mi padre querría regalar a mi madre un bastón. Mi madre no es tan mayor y no cojea, así que me quede con dudas. ¿Sería para mi abuela? Imposible, porque mi abuela no quiere bastón ya que dice que "eso es de viejos". Ella tiene 84 años... en fin. El bastón tenía que ser para mi madre porque eso era lo que me había dicho mi padre, que esos eran los regalos de mamá. Quise preguntarle a mi padre el porqué de que le regalara un bastón, pero se fue a la calle con los amigos y no volví a estar más con él ese día.

Así que hoy, al llegar a casa a las 04:00, he tenido que coger esos regalos de mi madre que estaban escondidos en la habitación, y los he tenido que poner en su bota. También he dejado un regalo en la bota de la novia de mi hermano. Me he ido a dormir y esta mañana a las 10:30 me ha despertado la novia de mi hermano.

- Pablo... venga... que estamos todos abajo... vamos a abrir los regalos. Venga, despiértate.

Sin decir nada me he levantado de la cama, he ido al baño, me he lavado durante 30 segundos la cara con agua helada, y he bajado. Y ahí estaba mi padre, mi madre, mi hermano y la novia de mi hermano, junto a todas las botas y zapatos llenos de regalos. Mi madre, emocionada, ha abierto sus regalos: perfume, botas, un pañuelo, un bolso y... lo que parecía un bastón que al final ha resultado ser un paraguas enorme. Y yo montándome películas de que mi padre quería que mi madre llevara bastón.

Todos hemos ido abriendo los regalos: pijamas, perfume, ropa, abrigos, bolso, camisetas, un cuadro para mi habitación... Todo cosas muy prácticas, lo que está bien ya que a veces no se sabe ni qué regalar porque al final tenemos de todo.

Y ahora me voy a ir a duchar porque tengo comida familiar. Mañana me voy a Alicante así que esta tarde tendré que preparar la maleta y organizar los apuntes para estudiar allá... ya que aquí no he hecho casi nada.

¡Saludos!

No hay comentarios:

Publicar un comentario