domingo, 20 de marzo de 2011

Vuelta a la rutina...

La semana pasada volví el domingo de Madrid. Me lo pasé muy bien. Tras 6 horas de autobús llegamos al hotel de Madrid a las 19:00. El hotel estaba a un minuto andando de La Puerta del Sol. Repartimos las habitaciones, dejamos las maletas y nos fuimos a ver algo de Madrid hasta la hora de cenar.

Fuimos a un bar a tomar algo, y la jarra de sangría valía 10 euros... ¡ZAS! En el bar había mucha gente, y una pareja de al lado pidió queso, aceitunas y patatas. Sin casi terminar los aperitivos la pareja se fue. Nos quedamos mirando sus platos de aceitunas y queso, y nos pareció mal que los hubiesen dejado sin terminar. Pensando que se habían ido y, aprovechando que no había nadie mirando, no se nos ocurrió otra cosa que coger destrangis queso y aceitunas de su mesa. Seguimos bebiendo y al minuto regresó la pareja... Al parecer, habían salido fuera a echarse un cigarro. Nos reímos sin dar el cante, y ni se dieron cuenta de que, instantes antes, habíamos estado gorroneando de su plato.

Terminamos la sangría y nos fuimos a ver La Puerta del Sol. Era bastante más pequeña de lo que yo me pensaba. Había muchísima gente: turistas, parejas paseando, chavales patinando, algunos disfrazados de Bob Esponja... Nos encontramos también con varios actores de la serie "Física o Química". Siendo futuros ingenieros de caminos, pensamos que teníamos que sacarnos una foto en el Kilómetro Cero, que está en la misma plaza.

El Kilómetro Cero es el punto geográfico desde donde se miden ciertas distancias. En este caso, el Kilómetro Cero de La Puerta del Sol indica el origen de las carreteras nacionales radiales. Es decir, en España la red de carreteras nacionales es radial (no exactamente, pero para explicarlo vale), lo que quiere decir que todas las carreteras nacionales inicialmente salían de Madrid, tal y como puede verse en el dibujo de la placa superior. Cuando vas conduciendo por una carretera nacional, es muy común encontrarse con señales del tipo "N-I - KM. 142". Lo que indica que es la Nacional I (Madrid - Lasarte/Oria), y el número 142 indica que esos son los kilómetros que hay desde la placa de La Puerta del Sol hasta la señal donde te encuentres. Sin más, es una curiosidad.

Esa noche era miércoles y, tras cenar en el hotel, nos quedamos bebiendo en una de las habitaciones que tenía terraza y, después, nos fuimos a la discoteca Pachá. Los demás días fueron parecidos: dormir hasta las 15:00, ir a comer por ahí, dar una vuelta por Madrid, comprar la bebida para la priva de la noche, ir a una discoteca... Durante la tarde aprovechábamos para ver sitios cercanos de Madrid (Gran Vía, El Retiro, Chueca...) y por la noche disfrutábamos de la noche madrileña, donde los cubatas valen 10 euros, las cervezas 8, y los seguratas de las discotecas son subnormales, especialmente el segurata de la Sala Heineken, que de vez en cuando y sin motivo insultaba a la gente con cosas como "Hijo de ****, no te quedes ahí que estás molestando, lárgate de aquí, no me toques los *****". Un segurata bastante enorme, pero enormemente gilipollas.

La última noche fuimos a la sala Groove, que está en Pinto (a unos 20 minutos en bus). Se supone que era la cena de gala. Es decir, esa noche todas las Escuelas de Ingeniería de Caminos de España íbamos a cenar de gala y después seguir la fiesta en esa misma macrodiscoteca. La discoteca estaba muy bien, pero la cena dio asco. Ni siquiera había sillas y mesas, sino que en pequeñas mesitas los del catering iban dejando bandejas de queso y empanadillas... Nosotros fuimos listos y, con toda la cara, nos agenciamos de varias bandejas y las llevamos a un lugar donde había sillones. Nos sentamos y, mientras bebíamos gratis, ya que había barra libre de cerveza durante 2 horas, nos reíamos de la penosa organización de Intercaminos y de esa triste cena de gala. Al final la noche terminó muy bien y conocimos bastante gente, que es lo que importa.

Durante esos 4 días de fiesta en Madrid no me dolió el tendón, pero sí que lo notaba cansado. Era como si el pie derecho (el del tendón operado) se cansase mucho antes que el otro. No era dolor, simplemente lo notaba cansado y necesitaba pararme... Pero claro, eso tras estar 4 horas pateando Madrid y 7 horas en una discoteca... ni tan mal. Por lo demás, nada de cojear ni de dolores punzantes :D

Y el domingo nos despertamos, fuimos a comer por ahí rápidamente, y cogimos de nuevo el bus que nos llevaría a Alicante. El viaje se hizo corto porque pasamos casi todo el rato durmiendo. Hasta el martes no iba a volver a ser persona. Durante más de un día estuve en mi habitación durmiendo casi sin ver la luz del sol, con el cuerpo lleno de alcohol e intoxicado por los aperitivos que nos dieron en la cena de gala del sábado. Me dediqué a ser un parásito social que sólo salía de la habitación para comer, cenar, y comprar agua.

Y ahora... una semana después, acabo de desayunar. El viernes fuimos a ver una película al cine (Torrente IV). Ayer no salí, y estuve toda la tarde (hasta las 21:30) estudiando en la biblioteca. Por la noche vi la película Trainspotting (es genial y aún no la había visto), y esta mañana a las 09:30 estaba en pie. Después, por la tarde, volveré a la biblioteca y estudiaré de nuevo un rato... Tengo que empezar a estudiar que, si no, después voy con agobios, así que a partir de esta semana todas las mañanas iré a la biblioteca (a ver si es verdad...).

Y nada, sólo eso, os quería contar cómo me fue por Madrid y mis planes a corto plazo.

Espero que todo vaya bien.

Os dejo con esta canción que me gusta mucho. Se titula "Lo que no ves", y es del grupo Pol 3.14.


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