Hoy estoy con un resfriado de narices, nunca mejor dicho. En realidad llevo una semana con resfriado. Yo no me suelo poner enfermo. De hecho, en los dos o tres últimos años sólo he ido al médico por un tema de alergias y por
Empecé el otro día con dolor de garganta. La sentía irritada y poco a poco me molestaba más. Así estuve un día. Después empecé con congestión nasal, se me caía literalmente el moco y pasé unos dos días sumergido en pañuelos de papel. Tras eso, empezó la tos, pero era una tos seca causada por picores en la garganta. Al otro día me levanté fatal, creo que tuve febrícula, aunque no pude saberlo ya que no tenía termómetro. Me dolía la cabeza bastante y no podía ni mirar a la pantalla del ordenador porque me mareaba. Fui a la farmacia, me dieron algo para los síntomas, y me pasé todo el día durmiendo en la cama. Antes de ayer, sábado, estaba mejor y salí un poco a la calle. Aún tenía congestión nasal, pero como soy idiota pensé que ya me había recuperado y decidí salir de farra por Alicante. Ayer estaba peor de nuevo, el resfriado fue a peor, y tenía dolor en la nariz. No sé, la tengo como inflamada, cuando me toco la nariz me duele. Hoy tengo flemas pero ya ni me duele la cabeza ni toso...
Bueno, tras esta desagradable descripción tengo algo importante que decir. ¡Han pasado ya tres meses
desde mi operación en el tendón aquiles a causa de una tendinitis aquílea crónica (tendinosis)!
Desde hace dos semanas no noto ninguna molestia en el tendón. Cuando llego tarde a clase y voy con paso ligero ya no me molesta, cuando salgo por ahí de farra no me duele... Es como si estuviese recuperado del todo. Además, hago algo de bicicleta en el gimnasio y el tendón me responde bien. Me noto que tengo poca fuerza en la pierna derecha pero me imagino que será normal.
Estoy muy contento porque hace unas semanas
no me esperaba estar así de bien ahora. Creía que una vez operado notaría mejoría pero estuve varias semanas con los mismos dolores que antes de la operación, incluso con más, y llegue a creer que no me iba a curar. Pero de repente todo mejoró sin ninguna explicación coincidiendo con
la revisión del traumatólogo hace unas 3 semanas.En la siguiente gráfica que he hecho se puede ver cómo ha ido la evolución del dolor en tanto por ciento (teniendo en cuenta que el 100% representa el dolor máximo que he tenido en el tendón).
Como se puede ver antes de la operación tenía bastantes molestias (60%), y tras la operación quedé sin poder andar y con muchos dolores (100%), conforme fui recuperándome usando muletas mejoré bastante pero me quedé con molestias (70%) durante muchas semanas, por lo que creí que no me iba a mejorar, y que incluso la operación me había dejado peor. Llevaba muletas, pasaban los días, las semanas, y yo no sentía mejora. Pensaba que la recuperación se había estancado. Después, hace casi 1 mes, tuve la revisión con el traumatólogo, me dijo que todo iba bien y me mandó quitarme las muletas. Desde entonces, desde que no llevo muletas he venido notando cómo los dolores han remitido, hasta el punto de desaparecer totalmente, por ahora al menos.
Me parece curioso cómo afecta la mente al dolor. En los días que estuve con muletas me agobiaba mucho con el tendón. Siempre tenía que estar pendiente de no agacharme, de no andar deprisa, de apoyar bien... Por todo eso las 24 horas del día las pasaba obsesionado con mi tendón de aquiles. Además,
como dije en algún otro post, estaba nervioso porque no sabía si llegaría curado a la cita con el traumatólogo. Creía que estaba haciendo las cosas mal, que la inflamación de la cicatriz no era normal... Pero entonces llegó el día en el que
tuve la cita con el traumatólogo, y me dijo que era normal las molestias que sentía, y me liberó de las muletas. Y desde entonces, sin agobios del tendón en la cabeza, sabiendo que había estado haciendo todo bien, y comprendiendo que las molestias eran normales, empecé a olvidarme del tendón. Como no tenía muletas ya no pensaba en él las 24 horas del día, y poco a poco el dolor desapareció, como por arte de magia.
Ahora no me molesta lo más mínimo, y esperemos que todo siga igual de bien.
Es curioso cómo a veces la mejor forma de mejorar es desconectar y olvidarse del problema. Para cualquier cosa en la vida, si nos centramos en un problema, éste no nos deja vivir, nos bloquea, y hace que nuestra vida se reduzca a ese problema. Acabamos obsesionándonos, focalizando todo lo que nos pasa en ese problema... En cambio, si aprendemos a ver las cosas desde fuera, dejando de lado el problema, veremos cómo sin darnos cuenta todo mejorará.
He recibido algunos e-mails de gente que está bastante desesperada porque no mejora del tendón. En este blog he estado dejando mi experiencia, y yo tampoco lo he tenido fácil. Hay que luchar, seguir adelante, y no centrar nuestra vida en la tendinitis (o en cualquiera otra cosa que nos pase). Al final, cuando se nos olvide el problema, cuando estemos centrados en otra cosa, llegara un día en que nos demos cuenta de que el problema se ha esfumado, sin darnos cuenta. Al final siempre todo se acaba arreglando.
Os dejo con esta canción de Indras.
Os seguiré contando cómo me va :)