lunes, 20 de septiembre de 2010

Fiestas de mi pueblo. Y yo, en casa

11 DE SEPTIEMBRE DE 2010

Era 11 de septiembre. Esta fecha es de las más importantes del año para muchos, pues empiezan las fiestas de mi pueblo. Del 11 al 18 una semana ininterrumpida de fiestas, alcohol y juerga.

Normalmente todos los años por esas fechas me levanto a las 09:00, me ducho, me visto, y salgo a la calle al almuerzo de la juventud. Me visto con pantalón blanco, camiseta blanca, pañuelo rojo, faja roja y una blusa negra. Todos vamos vestidos iguales y eso me gusta.

Pero este año era distinto. Toda mi familia se levantó muy pronto y salieron a la calle, pero yo me quedé en casa porque aún no podía apoyar el pie. Desde el sofá oía los gritos nerviosos de los niños del barrio y el vocerío de toda la juventud que salía de casa. Yo lo tenía asumido, pero aún así me molestaba tener que estar en casa.

Encendí la televisión. Igual en el canal de televisión local echaban el chupinazo. Pero no. Lógicamente la crisis había llegado a las arcas municipales y no había presupuesto para retransmitirlo en directo y así hacer vibrar a la mucha gente (ancianos sobre todo) que por una causa u otra no pueden salir de casa. En cambio, sí había dinero para alargar las fiestas un día más. Parece ser que la crisis es algo subjetivo.

En un sillón tenía tres libros que me habían regalado mi hermano y su novia el día anterior. Los títulos eran: "El fotógrafo y la muerte" de Antonio López Alonso, "El camino de la felicidad" de Jorge Bucay, y "Huesos, piedras y estrellas. La datación científica del pasado" de Chris Turney. Los tres libros tenían muy buena pinta y pensaba leérmelos, pero ahora no me apetecía.

Así que me quedé en el sillón con el pie en alto mientras me daba hielo. Y ahí me quedé todo el día, viendo series, leyendo alguna revista que tenía por ahí, durmiendo...

No me gustaba esta forma de pasar las fiestas; en casa, solo, aburrido, muriéndome de asco lentamente... pero esto sólo era el principio de un bucle de aburrimiento en el que pronto caería.

No hay comentarios:

Publicar un comentario