jueves, 9 de septiembre de 2010

Verano y sesiones de fisioterapia

JULIO, AGOSTO Y SEPTIEMBRE DE 2009




Se me ha olvidado comentar que desde abril de 2009 estaba haciendo a distancia un máster de Técnico Superior de Prevención de Riesgos Laborales, y el verano lo iba a ocupar en hacer las prácticas del curso de prevención.

Terminada la carrera, y aprovechando que tenía que esas prácticas, iba a trabajar de prácticas en una planta química en el Departamento de Seguridad e Higiene. Estuvo bien, y aprendí mucho. Pero tuvo su lado malo: todo el verano subiendo escaleras verticales, agachándome, de un lado a otro, etc. Al final del día, cuando me quitaba las botas de seguridad, tenía el pie derecho reventado, y el tendón dolorido.

Con todo esto, aproveché y empecé a ir a un fisioterapeuta por mi cuenta durante todo el mes de agosto. No quise ir al médico de cabecera porque el médico de San Sebastián ya me había diagnosticado, y no creí conveniente volver a que me viese otro médico. No me gustan mucho los médicos. El fisioterapeuta, sin yo decirle nada, adivinó que mi tendinitis se debía a que tenía una contractura muy fuerte en el gemelo interno de la pierna derecha. Esa contractura provocaba un sobreesfuerzo en el tendón de aquiles que provocaba su inflamación (tendinitis).

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Al parecer, existen dos causas generales de las tendinitis:

- Traumatismos, sobreesfuerzos grandes, lesiones puntuales, etc: En este caso las TENDINITIS suelen ser temporales. Por ejemplo, jugando a fútbol te dan una patada en el tendón, que provoca que éste se inflame. Guardando reposo y con hielo se puede pasar. Suelen ser más dolorosas, o por lo menos se suelen notar antes, ya que puede existir inflamación exterior, etc. En estos casos la causa de la tendinitis es conocida, es decir el enfermo sabe a qué se debe la tendinitis.

- Causas no traumáticas. Por ejemplo, golpecitos en el tendón durante bastante tiempo, sobreesfuerzos en el tendón durante semanas, presión excesiva por el calzado, etc. En este caso la lesión va haciéndose poco a poco, con el tiempo. El tendón se va degenerando y se va inflamando poco a poco. Puede que no exista inflamación exterior, y que la tendinitis aparezca por causas desconocidas (tal vez malas posturas contínuas que hacen que el tendón haga esfuerzos indebidos, sobrecarga de gemelos....). ¡Este es mi caso! La causa no es conocida, o es confusa. Al final estas tendinitis pueden volverse crónicas. Es decir, esta tendinitis se ha ido formando a lo largo del tiempo, no ha sido causada por una caida, ni por un golpe seco, sino que ha ido creándose poco a poco, de manera que el tendón se ha ido degenerando. Este tipo de tendinitis tiene más probabilidad de convertirse en crónica, es decir, de derivar en una TENDINOSIS.
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Estuve yendo dos veces por semana al fisioterapeuta, y en una sesión descubrió que a parte de la tendinitis tenía un dolor muy localizado en la inserción del aquiles con el calcáneo. Yo ni me había enterado de que me dolía en ese punto en concreto, pero era un dolor horrible. Tenía la zona muy sensible, y nada más tocarme mi pie involuntariamente se intentaba escapar del dolor. El fisio me comentó que mi tendinitis aquílea estaba localizada en la inserción en el calcáneo, algo que no suele ser anormal. Esto puede ser confuso, porque por ejemplo a mí no me dolía al palparme el tendón de aquiles en la parte superior, sino que sólo me dolía en un punto que estaba en el calcáneo, lo que podría confundirse con una rotura de calcáneo, y pasar por alto una tendinitis.


Sabiendo ya más o menos qué tratar, en todas las demás sesiones me hizo lo siguiente:

- Ultrasonidos
- Electroterapia
- Frío
- Masajes para descontracturar el gemelo interno

Nada, pasó el verano y nada. No me sirvió de nada. Dinero perdido, tiempo desaprovechado... tenía una impotencia increible. Había estado todo el verano con sesiones de fisioterapia, y no me habían hecho ningún efecto. No había ninguna señal de mejoría.

Era septiembre, empezaba el otoño. Habían pasado casi 6 meses desde que empezaron los dolores y ni los fármacos ni la fisioterapia me habían mejorado.

1 comentario:

  1. He llegado aquí de casualidad porque también tengo molestias en esa zona y me ha parecido interesante el artículo. Sinceramente tras leerteme surge una duda, ¿tras tantas sesiones pagadas ni tu ni el fisio vieron que esocno avanzaba?
    Me parece una burrada tener que dar tantas sesiones para ver que no hay mejoría. Me crea dudas sobre si acudir o no al fisio. Un saludo

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