jueves, 9 de septiembre de 2010

2ª consulta con el médico de cabecera


ENERO, FEBRERO, MARZO Y ABRIL DE 2010

Seguía en Alicante. Clases y más clases, academias... y empecé a utilizar las taloneras de silicona. Poco a poco en Alicante se me fue calmando el dolor, y casi no lo notaba. Eso sí, si me tocaba en un punto del calcáneo en concreto, me dolía, pero por lo menos no me dolía al andar. Incluso estuve todo febrero y marzo sin ningún dolor. Llegué a pensar en que se me había pasado la tendinitis por completo. ¡Ay, ingenuo de mí!

A veces por la noche notaba algo de molestias, pero ya no era como antes. ¡Las taloneras habían hecho efecto!

Llegó abril, y un día las taloneras estaban ya completamente rotas. Eran de silicona, y tenían un velcro por debajo que servía para que se fijaran al calzado y que no se deslizasen de su posición correcta. El velcro estaba roto, y la silicona se rompía, así que tuve que salir a la calle sin taloneras, pensando en volver a comprarme unas nuevas en cuanto pudiese. La verdad es que incluso creía que ya se me había pasado la tendinitis, y no le di mayor importancia, y pasé 2 días sin taloneras. De repente empezó el dolor de nuevo, un dolor igual que hacía un año; ni más ni menos. Un dolor suave pero constante, molesto, que me impedía ir al gimnasio de la residencia a hacer bici o cinta. Algunas tardes iba al gimnasio de la residencia y hacía bici, cinta y remo. Probé e hice bici y cinta, y era imposible. Me tiraba mucho el tendón, notaba una tensión rara, y un dolor como si fueran pinchazos, como si el tendón tuviera pulso y estuviese latiendo para quejarse.

Así pasé unos días. Decidí ir al médico, y no me puse taloneras porque pensé que lo único que me hacían era tapar el dolor. Si iba a ir al médico quería ir con el dolor que sentía normalmente. Pedí vez en el centro de salud de mi barrio. Me atendió un médico bastante seco. Me hizo descalzarme, y me examinó. Le llevé la radiografía que me había hecho en enero el traumatólogo amigo de mi padre. La examino, y me dijo que tenía tendinosis, es decir, la tendinitis se me había cronificado. Eso significaba varias cosas:

- el tendón se había degenerado.
- la tendinitis crónica es más latosa y cuesta más que se vaya.

Le pregunté a ver qué podía hacer. Le dije que si me podía mandar al traumatólogo, y me dijo que iba a tener que esperar bastante porque había lista de espera. Le pregunte sobre cómo me podía curar. Me contó que las tendinitis son muy complicadas, bastante latosas, y que a veces incluso ni se curan, y tengo que aprender a vivir con ella. Todo eso lo decía de forma bastante pasota, respondiéndome como un robot sin mostar el menor signo de emoción en su rostro. Me llegué a sentir bastante estúpido, e incluso creo que hizo algún comentario como diciendo que no me quejara tanto, que no era para tanto.

Al final dijo que tenía que hacer fisioterapia, y le expliqué que ya había estado todo el verano del 2009 con un fisioterapeuta, y que no me había servido de nada. Me dijo que era o eso o nada, y que lo único que podía hacer era rehabilitación, así que me dio un papel que debía llevar a admisión para que me diesen vez con el rehabilitador para que evaluara mi lesión y aconsejara un tratamiento de fisioterapia.

Yo estaba un poco indiferente. Las dos veces que me había visto un médico en el centro de salud no me ha servido de nada, y habían pasado bastante del tema haciéndome sentir un estúpido. Me dirigí al mostrador de admisión con cara bastante escéptica, y dije:

- Buenas, el médico me ha dado esto para tener vez con el rehabilitador.
- Un momento, que mire en el ordenador... - me contestó la pequeña mujer que estaba detrás.

tacataca tacataca tacatá (golpes a las teclas del ordenador)

- ... lo siento mucho pero el rehabilitador tiene la agenda cerrada. Hay lista de espera. Si quiere le apunto y ya le llamaremos.
- Ya, pero... ¿estas cosas tardan mucho? Quiero decir que soy de fuera, y necesitaría que fuese antes de julio.
- Ya bueno, no sé. Yo si quieres te apunto y ya te llamaremos en cuanto haya un hueco.
- Vale, bien, mi teléfono es 666166FUCK y mi dirección es Avenida del Tendón nº6.

Pues eso... al final me fui a casa igual que como había venido, pero ahora en vez de tendinitis me habían dicho que tenía tendinosis. Mirando por internet descubrí que en realidad la tendinosis es una tendinitis crónica. Así que me quedé igual que estaba.

Hablé con un amigo deportista, y me dijo que él cuando tuvo tendinitis tomaba unas pastillas de magnesio, que son buenas para los músculos y los tendones. Desesperado, fui a la farmacia y me compré unas taloneras nuevas, y unas pastillas de magnesio. También me dieron una pomada para dolores musculares.

Así que pasé esas semanas con unas taloneras nuevas y tomando pastillas de magnesio y echándome una pomada todas las noches mientras me masajeaba el gemelo y lo estiraba. Las taloneras funcionaban, pero notaba que conforme pasaba el tiempo dejaban de hacer efecto, y al final siempre acababa con dolor.

Ese dolor me venía en estas situaciones:

- Por la noche, después de estar todo el día en movimiento.
- Cuando estaba mucho tiempo sentado y me levantaba.

Así que pasaron las semanas, y yo confiaba en que se me fuese pasando. Esa fue la época en la que buscaba por Internet foros de gente con el mismo problema que yo, y fue cuando descubrí que las tendinitis en el aquiles son muuuuuy aparatosas, y que algunos llegan a estar años con el problema, sin conseguir mejoría. Me compré una tobillera especial en una tienda de ortopedia, y todas las noches antes de meterme a la cama seguía una rutina cuasi-satánica de darme hielo, masaje, y pomada.

Llevaba un año con tendinitis, y nada de lo que había hecho (fisioterapia, masajes, pomadas, hielo, medicinas...) me había resultado.

Ahora estaba esperando la llamada del rehabilitador para tratarme en Alicante. Lo que yo no sabía era que esa esperada llamada nunca iba a llegar.

3 comentarios:

  1. ¡Enhorabuena por el blog! Me siento tremendamente identificada. Yo estoy en las primeras fases, hace unos meses que noto dolor en el tendón y por estar liada con proyectos de final de carrera y tal lo he dejado pasar; hasta hace poco que me decidí a ir a un traumatólogo, el cual me ha dicho que tengo entesitis y me ha mandado a rehabilitación. A ver que pasa, porque la verdad que estoy bastante cansada del continuo dolor, que no es muy intenso ahora, pero siempre está ahí!

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  2. Muchas gracias Arantxa.

    ¡Muchísimo ánimo y seguro que todo irá bien!

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  3. Describes mi caso en Calgary, Canadá. He ido a 3 médicos y continúo igual, con el dolor constante. Voy a probar con el magnesio y colageno para ver que pasa.

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