Hoy había quedado con el traumatólogo en la Clínica San Miguel. Me iba a dar los resultados del escáner. Por fin sabría eso del nidus, aunque lógicamente no le iba a decir que había estado buscando información por Internet, porque me habría dicho que dejara de ver la serie House.
Llegué a la sala de espera, y me entretuve mirando a la gente que pasaba por el pasillo, y a los pacientes que había. Una mujer cojeaba y se apoyaba en su marido. De repente se puso a toser muy fuerte y empezó a sudar, y el marido llamó a dos enfermeras y la metieron en una sala.
Llegó mi turno. Entré a la consulta junto a mi madre, y ahí estaba el doctor, con su pijama verde de cirujano.
- Adelante, pasad. Pablo, por cierto, ¿qué te tenía que decir hoy? ¿habíamos quedado en algo?
Esa pregunta era ya como una rutina, algo habitual. Me pregunté si eso se lo preguntaría a todos, o si realmente lo preguntaba sin conocer la respuesta. Aunque seguramente al tener tantos pacientes quería que le confirmase qué es lo que me había dicho en la consulta anterior.
- Me mandaste hacerme un escáner, y hoy me ibas a comentar lo que había salido. - le recordé.
Se quedó pensando como si estuviese recordando algo, empezó a mirar unas carpetas que tenía encima de la mesa, y me dijo:
- Pues yo no tengo aún los resultados. Qué raro, no me los han traido. ¿Dijiste que tenían que estar para hoy viernes?
- Sí claro, le dijimos a la administrativa de Rayos y nos dijo que no había ningún problema, y que para el viernes estarían. - expliqué temiendo haber ido a Pamplona para nada.
El médico nos dijo que le acompañásemos, y nos llevó a donde una administrativa a la que explicó que me hice un escáner y los resultados tendrían que haber estado para entonces. La administrativa llamó a Rayos, y le dijeron que sí, que los resultado estaban abajo pero que había mucho ajetreo allá y que no podía subirlos aún. Así que tuve que bajar junto con mi madre al sotano, donde estaba Rayos. Tuvimos que esperar porque había fila, y cuando nos tocó, la administrativa nos dijo que el informe del radiólogo no estaba, y que todo estaría para la tarde. Le comentamos que nos acababan de decir que sí que estaba todo, pero nos dijo que había habido un problema y que el radiólogo no lo podía hacer hasta la tarde.
Pensé un momento, y dije:
- Ah, vale... ¿y me puedo llevar aunque sea las imágenes, sin el informe?
- Esto.. sí, claro. Esperad un momento en la sala de espera y ahora os damos el CD.
Estuvimos esperando unos minutos, y me llamaron por megafonía. Me acerqué al mostrador, y la administrativa me dio el CD.
- Cuando lo vea el doctor se lo dejais a la secretaria, para que lo baje y pueda hacer el informe el radiólogo.
Volvimos a la consulta del doctor, y le conté que no estaba aún el informe del radiólogo. Suspiró, y mi madre dijo:
- Si quieres podemos volver a la tarde, porque nos han dicho que para entonces ya estará hecho el informe.
- Podéis venir a la tarde, pero yo no estoy -dijo sonriendo en tono de broma.
Me pidió el CD con las imágenes del escáner, lo metió a su ordenador, y estuvo echando un vistazo. Cogió el teléfono, nos pidió que esperásemos un momento, y llamó:
- ¿Rayos? Sí, a ver me gustaría saber si hay por ahí algún radiólogo... sí... sí. Vale, así que están en sus despachos. Vale, vale gracias. Adios.
Colgó y volvió a llamar por teléfono.
- A ver tú, soy yo... ¿Qué? Ah, ¿que estoy llamando al escáner? Vale, perdón. Buenos días.
Se rió, colgó, y volvió a llamar. A la tercera va la vencida.
- A ver tú, soy yo. Bien. Me tienes que hacer un favor. Tengo aquí un chico de 22 años con tendinitis aquílea crónica desde hace año y medio. La radiografía y la resonancia no muestran nada más que la tendinitis. Se ha hecho un TAC pero no está aún el informe. ¿Te paso las imágenes y lo miras en un momento? Yo lo estoy mirando y no veo nada raro...
Estuvieron un rato hablando de las imágenes en jerga médica, comentando mi caso, la tendinitis, no sé qué de los tejidos, etc.
- ... Ya, no sé. Le mandé hacer el TAC para descartar un osteoma osteoide. No ves nada raro, ¿no? No hay nidus, ya. Eso es, pues nada, gracias. Sí, sí, le tendré que abrir a ver que me encuentro, y le infiltraré factores de crecimiento. Eso es, sí (risas), claro, te debo un favor. ¡Muchas gracias!
Colgó y se quedó pensando un rato. Yo había oído que habían hablado de que no había nidus, ni osteoma, ni nada de nada. El médico habló.
- A ver Pablo. He hablado con un radiólogo y ha mirado las imágenes, y me comenta que no se ve nada raro. Hemos descartado un osteoma osteoide, y sólo se ve la tendinitis.
- Ah, vale, bien. Y, ¿entonces? ¿qué haremos? - le pregunté un poco triste.
- La única opción que veo es abrirte. Abriéndote veré todo por dentro y veremos cómo está tu tendón. En el hueso parece que no hay nada, pero lo examinaré también. Además, te voy a infiltrar factores de crecimiento en el tendón, que es lo mismo que le han hecho a Rafa Nadal.
Me explicó todo bastante bien. Me quería infiltrar factores de crecimiento. Para eso me tenían que sacar sangre, centrifugarla, pasarla por un separador celular, y aislar las células madre de mi sangre para después infiltrármelas en el tendón. Con eso se podría conseguir regenerar el tendón. Me comentó que para hacer eso no hacía falta operar, pero me dijo que él prefería abrirme para ver bien el tendón y el hueso. Mi madre le hizo unas preguntas rutinarias que toda madre haría (riesgos, cuánto tiempo con muletas, etc.), y yo dije que sí, que confiaba en él, y que quería que me operase. También le comenté si había garantías de recuperación con ese tratamiento, y me dijo que no podía decirme, que a algunos les funciona, y a otros no. También me dijo que normalmente no se hace en el tendón de aquiles, pero que podría funcionar.
- Bien Pablo, pues tendrás que hacer un preoperatorio. Como tienes prisa para irte a estudiar a Alicante te podría operar el lunes por la tarde. Tendrás que presentarte en admisión a las 15:00. ¿Te parece bien?
Asentí con la cabeza.
- Al preoperatorio tendrás que venir en ayunas. No podrás comer nada ni beber hasta la hora de la operación. Ni siquiera agua. Te mirará un anestesista, y después te harán análisis de sangre. Después ya me imagino que te dejarán ingresado hasta la hora de la operación.
Le dimos las gracias por las molestias que se estaba tomando, y acordamos en vernos el lunes por la tarde. Fuimos al mostrador de las consultas y pedimos vez para el preoperatorio.
Mientras volvía con mi madre a casa estuvimos hablando de la suerte que habíamos tenido con este médico. Se estaba tomando muchísimas molestias para curarme. En dos semanas me había hecho una resonancia magnética y un escáner, y ahora me iba a operar el lunes día 6 de septiembre. Todo iba muy rápido, y eso que iba por la SS. Le conté a mi madre que al ir por la SS pensaba al principio que a mí no me iban a dar tanta prioridad, ya que al ser un centro privado tendrían prioridad los pacientes asegurados. Pero de eso nada. Me estaban tratando estupendamente, con una rapidez asombrosa. Yo aún estaba asimilando todo. No tenía osteoma osteoide, tenía sólo tendinitis, y me iba a operar uno de los mejores traumatólogos de Pamplona (según me había comentado muchísima gente). Todo iba sobre ruedas.
La operación sería exploratoria, es decir, abrir y ver si todo está bien. En el caso de que hubiese algo que no se haya visto en las pruebas, se arreglaría y después se cerraría. No era una operación complicada, pero era una operación con todo lo que ello supone: ingreso en el hospital, anestesia, etc...
Estaba algo nervioso pero, a la vez, estaba muy contento. Tenía bastante confianza en este médico, y pasé el fin de semana esperando a que llegara el lunes con la esperanza de que, ahora sí, éste fuese el primer paso hacia mi recuperación total.
Llegué a la sala de espera, y me entretuve mirando a la gente que pasaba por el pasillo, y a los pacientes que había. Una mujer cojeaba y se apoyaba en su marido. De repente se puso a toser muy fuerte y empezó a sudar, y el marido llamó a dos enfermeras y la metieron en una sala.
Llegó mi turno. Entré a la consulta junto a mi madre, y ahí estaba el doctor, con su pijama verde de cirujano.
- Adelante, pasad. Pablo, por cierto, ¿qué te tenía que decir hoy? ¿habíamos quedado en algo?
Esa pregunta era ya como una rutina, algo habitual. Me pregunté si eso se lo preguntaría a todos, o si realmente lo preguntaba sin conocer la respuesta. Aunque seguramente al tener tantos pacientes quería que le confirmase qué es lo que me había dicho en la consulta anterior.
- Me mandaste hacerme un escáner, y hoy me ibas a comentar lo que había salido. - le recordé.
Se quedó pensando como si estuviese recordando algo, empezó a mirar unas carpetas que tenía encima de la mesa, y me dijo:
- Pues yo no tengo aún los resultados. Qué raro, no me los han traido. ¿Dijiste que tenían que estar para hoy viernes?
- Sí claro, le dijimos a la administrativa de Rayos y nos dijo que no había ningún problema, y que para el viernes estarían. - expliqué temiendo haber ido a Pamplona para nada.
El médico nos dijo que le acompañásemos, y nos llevó a donde una administrativa a la que explicó que me hice un escáner y los resultados tendrían que haber estado para entonces. La administrativa llamó a Rayos, y le dijeron que sí, que los resultado estaban abajo pero que había mucho ajetreo allá y que no podía subirlos aún. Así que tuve que bajar junto con mi madre al sotano, donde estaba Rayos. Tuvimos que esperar porque había fila, y cuando nos tocó, la administrativa nos dijo que el informe del radiólogo no estaba, y que todo estaría para la tarde. Le comentamos que nos acababan de decir que sí que estaba todo, pero nos dijo que había habido un problema y que el radiólogo no lo podía hacer hasta la tarde.
Pensé un momento, y dije:
- Ah, vale... ¿y me puedo llevar aunque sea las imágenes, sin el informe?
- Esto.. sí, claro. Esperad un momento en la sala de espera y ahora os damos el CD.
Estuvimos esperando unos minutos, y me llamaron por megafonía. Me acerqué al mostrador, y la administrativa me dio el CD.
- Cuando lo vea el doctor se lo dejais a la secretaria, para que lo baje y pueda hacer el informe el radiólogo.
Volvimos a la consulta del doctor, y le conté que no estaba aún el informe del radiólogo. Suspiró, y mi madre dijo:
- Si quieres podemos volver a la tarde, porque nos han dicho que para entonces ya estará hecho el informe.
- Podéis venir a la tarde, pero yo no estoy -dijo sonriendo en tono de broma.
Me pidió el CD con las imágenes del escáner, lo metió a su ordenador, y estuvo echando un vistazo. Cogió el teléfono, nos pidió que esperásemos un momento, y llamó:
- ¿Rayos? Sí, a ver me gustaría saber si hay por ahí algún radiólogo... sí... sí. Vale, así que están en sus despachos. Vale, vale gracias. Adios.
Colgó y volvió a llamar por teléfono.
- A ver tú, soy yo... ¿Qué? Ah, ¿que estoy llamando al escáner? Vale, perdón. Buenos días.
Se rió, colgó, y volvió a llamar. A la tercera va la vencida.
- A ver tú, soy yo. Bien. Me tienes que hacer un favor. Tengo aquí un chico de 22 años con tendinitis aquílea crónica desde hace año y medio. La radiografía y la resonancia no muestran nada más que la tendinitis. Se ha hecho un TAC pero no está aún el informe. ¿Te paso las imágenes y lo miras en un momento? Yo lo estoy mirando y no veo nada raro...
Estuvieron un rato hablando de las imágenes en jerga médica, comentando mi caso, la tendinitis, no sé qué de los tejidos, etc.
- ... Ya, no sé. Le mandé hacer el TAC para descartar un osteoma osteoide. No ves nada raro, ¿no? No hay nidus, ya. Eso es, pues nada, gracias. Sí, sí, le tendré que abrir a ver que me encuentro, y le infiltraré factores de crecimiento. Eso es, sí (risas), claro, te debo un favor. ¡Muchas gracias!
Colgó y se quedó pensando un rato. Yo había oído que habían hablado de que no había nidus, ni osteoma, ni nada de nada. El médico habló.
- A ver Pablo. He hablado con un radiólogo y ha mirado las imágenes, y me comenta que no se ve nada raro. Hemos descartado un osteoma osteoide, y sólo se ve la tendinitis.
- Ah, vale, bien. Y, ¿entonces? ¿qué haremos? - le pregunté un poco triste.
- La única opción que veo es abrirte. Abriéndote veré todo por dentro y veremos cómo está tu tendón. En el hueso parece que no hay nada, pero lo examinaré también. Además, te voy a infiltrar factores de crecimiento en el tendón, que es lo mismo que le han hecho a Rafa Nadal.
Me explicó todo bastante bien. Me quería infiltrar factores de crecimiento. Para eso me tenían que sacar sangre, centrifugarla, pasarla por un separador celular, y aislar las células madre de mi sangre para después infiltrármelas en el tendón. Con eso se podría conseguir regenerar el tendón. Me comentó que para hacer eso no hacía falta operar, pero me dijo que él prefería abrirme para ver bien el tendón y el hueso. Mi madre le hizo unas preguntas rutinarias que toda madre haría (riesgos, cuánto tiempo con muletas, etc.), y yo dije que sí, que confiaba en él, y que quería que me operase. También le comenté si había garantías de recuperación con ese tratamiento, y me dijo que no podía decirme, que a algunos les funciona, y a otros no. También me dijo que normalmente no se hace en el tendón de aquiles, pero que podría funcionar.
- Bien Pablo, pues tendrás que hacer un preoperatorio. Como tienes prisa para irte a estudiar a Alicante te podría operar el lunes por la tarde. Tendrás que presentarte en admisión a las 15:00. ¿Te parece bien?
Asentí con la cabeza.
- Al preoperatorio tendrás que venir en ayunas. No podrás comer nada ni beber hasta la hora de la operación. Ni siquiera agua. Te mirará un anestesista, y después te harán análisis de sangre. Después ya me imagino que te dejarán ingresado hasta la hora de la operación.
Le dimos las gracias por las molestias que se estaba tomando, y acordamos en vernos el lunes por la tarde. Fuimos al mostrador de las consultas y pedimos vez para el preoperatorio.
Mientras volvía con mi madre a casa estuvimos hablando de la suerte que habíamos tenido con este médico. Se estaba tomando muchísimas molestias para curarme. En dos semanas me había hecho una resonancia magnética y un escáner, y ahora me iba a operar el lunes día 6 de septiembre. Todo iba muy rápido, y eso que iba por la SS. Le conté a mi madre que al ir por la SS pensaba al principio que a mí no me iban a dar tanta prioridad, ya que al ser un centro privado tendrían prioridad los pacientes asegurados. Pero de eso nada. Me estaban tratando estupendamente, con una rapidez asombrosa. Yo aún estaba asimilando todo. No tenía osteoma osteoide, tenía sólo tendinitis, y me iba a operar uno de los mejores traumatólogos de Pamplona (según me había comentado muchísima gente). Todo iba sobre ruedas.
La operación sería exploratoria, es decir, abrir y ver si todo está bien. En el caso de que hubiese algo que no se haya visto en las pruebas, se arreglaría y después se cerraría. No era una operación complicada, pero era una operación con todo lo que ello supone: ingreso en el hospital, anestesia, etc...
Estaba algo nervioso pero, a la vez, estaba muy contento. Tenía bastante confianza en este médico, y pasé el fin de semana esperando a que llegara el lunes con la esperanza de que, ahora sí, éste fuese el primer paso hacia mi recuperación total.
Buenas pues yo he encontrado este blog por casualidad y me encuentro en tu misma situación,llevo ya casi dos años con la lesión en los dos pies, aunque realmente me molesta más el izquierdo, también tengo dañado el derecho, esta semana visito al traumatólogo por segunda vez tras 20 sesiones de fisioterapia que poco ó nada me han mejorado... seguiré tu blog a ver qué tal te ha ido en la operación porque sospecho que yo mismo estoy muy cerca de ella... saludos
ResponderEliminarOtro desesperado con Aquiles...
Buenas, me alegro de que hayas encontrado este blog, y espero que te pueda ayudar en algo. Aunque sea verás que hay más gente en tu situación.
ResponderEliminarCualquier cosa en que pueda ayudarte, ya sabes donde estoy.
Saludos :)
uuufff yo hace ya mas de dos años que estoy aguantando el dolor, e dia 16 de Nov voy a ver al cirujano, y pues veré que me dice... me identifico mucho con todos tus dolores!!! justo anoche no pude ni dormir del dolor!! en fin. saludos. MARA
ResponderEliminarYo he ido al medico varias veces y no me nombran cirugía, de verdad tengo mas de 2 años con tendinitis aguda en el tendón de Aquiles, ... de verdad no se a que mas médicos y terapia ir.. será que a un traumatología... Podrías poner foto de tu tendinitis en el talon por favor??
ResponderEliminarBuenas. En este blog encontrarás distintas imágenes de la cicatriz que me dejó la operación pero no hice ninguna foto de la tendinitis. Además, la tendinitis sólo me provocaba que la zona estuviese roja y no es muy relevante el aspecto externo ya que la zona puede estar roja por otros motivos que no sean tendinosis.
ResponderEliminarSi no has ido al traumatólogo es normal que el médico de cabecera o de familia no te nombre la operación.
Si fuese tú, le diría al médico que llevas años con eso y que por favor te remita al traumatólogo. Si no le recalcas lo de que llevas mucho tiempo no te derivará al traumatólogo.
De todas formas, por experiencia te digo que la operación es la última opción y que antes tendrás que hacer fisioterapia, ponerte hielos, pomadas, estiramientos del tendón, etc.
Espero que tengas suerte y que dés con el profesional adecuado.
Un saludo.
Hola! Soy una chica con 17 años y llevo lesionada con tendinitis aquilea 5 años. Su origen fue en una competición de atletismo, estuve un mes y medio sin plantar el pie, pero cuando me "recuperé" seguí haciendo deporte (atletismo y baloncesto) hasta que recaí de nuevo y empezaron a hacerme pruebas RSN, eco... con resultados normales pero todos los doctores y fisio me notan una cicatriz al parpar. La lesión la tengo en la unión del tendón de aquiles con el soleo, llevo 3 años sin deporte y he estado dos meses de reabilitación con ultrasonido, masajes, etc sin mínima mejoría. Me aconsejais que me opere? Se que es delicado, pero llevo 5 años asi, con el dolor casi diario sin hacer ejercicio mínimo y el deporte es imposible...
ResponderEliminarBuenas. Lo mejor es que accedas a nuestro foro para que te podamos ayudar.
ResponderEliminarwww.tendones.es
Un saludo.