Hoy tenía consulta en la Clínica San Miguel. Desde que en la Seguridad Social me habían derivado a esta clínica todo iba mucho más rápido. Me habían hecho una resonancia magnética y el traumatólogo me quería operar. Por fin me hacían caso, y por fin alguien se tomaba en serio mi lesión, porque estaba bastante harto de que otros médicos me dijesen: "haz rehabilitación", "ponte hielo", "haz estiramientos", "tampoco es para tanto", y un largo etcétera de frases estúpidas e inútiles que ya me aburrían tras estar año y medio con la misma dolencia.
En la sala de espera de la Clínica me puse a leer la revista Muy Interesante que, junto con Quo, es mi revista favorita. El doctor me llamó y entré a la consulta. Lógicamente me acompañaba mi madre, como si de mi albacea se tratara. Nos sentamos todos, y el doctor se pronunció.
- Buenas tardes Pablo. Recuérdame en qué habíamos quedado hoy.
Esa frase me empezaba a resultar graciosa.
- Pues a ver, en la resonancia salió que tenía tendinitis en el...
- Sí, sí, eso ya, pero la tendinitis no tiene por qué causar ese dolor que tienes. Me refiero a que me digas qué es lo que has decidido. - apuntó cortándome la frase amablemente.
- Ah, vale. Sí, pues he decidido que quiero que me operes. Total, si dices que es una operación sencilla... Además, que no puedo hacer otra cosa, no tengo otra solución, y no pierdo nada.
- Bueno, tendrías que ir unos días con muletas - añadió.
- Ya, pero no me importa. Lo que quiero es curarme.
Entonces fue cuando intervino mi madre, haciendo uso de su 6º sentido, el sentido de "sobreprotección maternal". Le hico decenas de preguntas al traumatólogo. Que si quedaré bien después de la operación, que si él en mi lugar se operaría, que si...
El doctor, amable, respondió, me hizo tumbarme en la camilla, y mientras me exploraba comentaba:
- Mmm... este dolor tan localizado en el calcáneo. Además, dices que te duele sobre todo por las noches...
- Sí, eso es, por las noches es cuando más me duele. Acabo cojo después de todo el día andando, y noto como pinchazos - le expliqué.
- Ya... ¿Y notas si el dolor se te va tomando aspirina?
- Bueno, a veces tomo nolotil cuando me molesta bastante. Pero no, aspirina nunca he tomado para este dolor. - comentaba yo mientras observaba cómo el médico se quedaba pensando.
Tardó unos segundos en seguir hablando, y dijo:
- A ver, es que lo del calcáneo... la resonancia magnética descartó muchas cosas, pero ya te dije que las resonancias sobre todo ven las partes blandas. Si dices que te molesta tanto esa zona, y sobre todo por las noches... pues puede haber otras causas que lo expliquen... pero serían cosas más raras. De todas formas he pensado que podrías hacerte un escáner. Con el escáner veríamos cualquier cosa que haya en el hueso. ¿Quieres hacerte un escáner? - preguntó mirándome fijamente.
- Claro, lo que tú veas - respondí.
Me explicó que me haría un escáner para descartar cualquier cosa en el hueso que se haya podido pasar con las radiografías y la resonancia magnética. Me comentó que a veces en el escáner se ven cosas que se pasan por alto en las otras pruebas. Tras hacerme el escáner podría evaluar mejor mi lesión, y entonces decidiría si operarme.
Nos despedimos, era lunes. Nos dijo que el viernes podría volver a verme. Es decir, tenía que intentar que me hiciesen el escáner cuanto antes para así poder ir a ver al médico el viernes y adelantar todo el proceso. Tenía prisa porque se acercaba septiembre y el día 13 empezaba el curso en Alicante. Era una carrera contrarreloj.
Fuimos a pedir cita para el escáner, y comentando que teníamos prisa nos dieron cita para el día siguiente, martes, así que perfecto. Después fuimos a pedir cita para el traumatólogo, para que me viese el viernes. La administrativa nos comentó que de martes a viernes era poco probable que estuviese el informe del radiólogo, pero nos habían dicho en Rayos que sí, que lo pondrían como urgente y que no habría ningún problema, así que nos citó para el viernes.
El médico me había dado un papel, que es el que tuve que entregar en radiología para que me diesen cita para el escáner. En ese papel ponía una indicación para el radiólogo, de modo que éste supiese en qué fijarse más detenidamente a la hora de hacer el escáner.
TAC tobillo derecho tendón aquiles en inserción con calcáneo. ¿Nidus?
Me quedé con la palabra Nidus. No sabía qué significaba, ni por qué había puesto eso el médico, pero estaba claro que el doctor estaba preguntando al radiólogo si se veía eso. En resumidas cuentas, el doctor me había comentado que "puede haber otras causas que lo expliquen [el dolor]... pero serían cosas más raras". Igual el nidus era lo que estaba buscando el traumatólogo, igual era esa la causa rara a la que se refería. No sabía si "nidus" significaba alguna enfermedad o si simplemente era una palabra del mundillo médico de la que no me tenía que preocupar.
Cuando llegué a casa lo primero que hice fue conectarme a internet y buscar en el buscador la palabra "nidus". Sí, sé que no lo debería haber buscado. Tampoco es que yo sea hipocondriaco, pero tenía curiosidad por saber qué estaba buscando el traumatólogo. Al final, buscando, no encontré una definición exacta de "nidus", pero muchas páginas en las que se hablaba de nidus hacían referencia al osteoma osteoide, un tumor óseo benigno. Así que leí sobre el osteoma osteoide, y entre los síntomas comunes destacaban: "el síntoma característico es el dolor bien localizado que puede ser más severo por la noche y es aliviado por aspirina". También se decía que el osteoma osteoide se da en jóvenes. Tenía sentido que el traumatólogo estuviera buscando un osteoma osteoide, y entonces entendí algunas de sus preguntas sobre si la aspirina me aliviaba, si el dolor era más intenso por la noche, etc.
Lo raro era que el osteoma no se hubiera visto en las radiografías ni en la resonancia magnética pero entonces encontré un informe médico en el que unos traumatólogos estudiaban un caso de un osteoma osteoide en una joven de 20 años. Ni las radiografías ni la resonancia reflejaban el nidus característico del osteoma osteoide, pero con un TAC sí que se revelaba. Así pues, tenía sentido también que el traumatólogo quisiese hacerme un escáner para descartar la presencia de un osteoma osteoide.
Pero me estaba empezando a emparanoiar, así que dejé de darle vueltas. Yo había llegado a la conclusión de que el traumatólogo me mandó el escáner para descartar un osteoma osteoide, pero había llegado a esa conclusión simplemente por leer la palabra NIDUS en el informe para el radiólogo. Igual no tenía nada que ver con un osteoma, igual yo estaba totalmente equivocado. La verdad es que no le dí mayor importancia, y me fui a estar un rato con mis amigos.
Al día siguiente me hice el escáner (TAC) e indicamos a la secretaria de Rayos que tenía que estar para el viernes, y amablemente nos dijo que sí, que lo pondría como urgente. Le dimos las gracias y me fui a casa con mi madre.
El miércoles y el jueves estuve algo nervioso. Quería que llegase el viernes para ver qué había salido en el escáner. Suena raro, pero deseé que no fuese tendinitis. Si fuese tendinitis podría significar estar así para siempre, o tener una recuperación lentísima, o nula. Pero no quería que fuese un osteoma. Estaba preocupado, y esos días dormí muy mal.
A todo esto, yo seguía con un dolor constante a todas horas, sobre todo, de noche.
En la sala de espera de la Clínica me puse a leer la revista Muy Interesante que, junto con Quo, es mi revista favorita. El doctor me llamó y entré a la consulta. Lógicamente me acompañaba mi madre, como si de mi albacea se tratara. Nos sentamos todos, y el doctor se pronunció.
- Buenas tardes Pablo. Recuérdame en qué habíamos quedado hoy.
Esa frase me empezaba a resultar graciosa.
- Pues a ver, en la resonancia salió que tenía tendinitis en el...
- Sí, sí, eso ya, pero la tendinitis no tiene por qué causar ese dolor que tienes. Me refiero a que me digas qué es lo que has decidido. - apuntó cortándome la frase amablemente.
- Ah, vale. Sí, pues he decidido que quiero que me operes. Total, si dices que es una operación sencilla... Además, que no puedo hacer otra cosa, no tengo otra solución, y no pierdo nada.
- Bueno, tendrías que ir unos días con muletas - añadió.
- Ya, pero no me importa. Lo que quiero es curarme.
Entonces fue cuando intervino mi madre, haciendo uso de su 6º sentido, el sentido de "sobreprotección maternal". Le hico decenas de preguntas al traumatólogo. Que si quedaré bien después de la operación, que si él en mi lugar se operaría, que si...
El doctor, amable, respondió, me hizo tumbarme en la camilla, y mientras me exploraba comentaba:
- Mmm... este dolor tan localizado en el calcáneo. Además, dices que te duele sobre todo por las noches...
- Sí, eso es, por las noches es cuando más me duele. Acabo cojo después de todo el día andando, y noto como pinchazos - le expliqué.
- Ya... ¿Y notas si el dolor se te va tomando aspirina?
- Bueno, a veces tomo nolotil cuando me molesta bastante. Pero no, aspirina nunca he tomado para este dolor. - comentaba yo mientras observaba cómo el médico se quedaba pensando.
Tardó unos segundos en seguir hablando, y dijo:
- A ver, es que lo del calcáneo... la resonancia magnética descartó muchas cosas, pero ya te dije que las resonancias sobre todo ven las partes blandas. Si dices que te molesta tanto esa zona, y sobre todo por las noches... pues puede haber otras causas que lo expliquen... pero serían cosas más raras. De todas formas he pensado que podrías hacerte un escáner. Con el escáner veríamos cualquier cosa que haya en el hueso. ¿Quieres hacerte un escáner? - preguntó mirándome fijamente.
- Claro, lo que tú veas - respondí.
Me explicó que me haría un escáner para descartar cualquier cosa en el hueso que se haya podido pasar con las radiografías y la resonancia magnética. Me comentó que a veces en el escáner se ven cosas que se pasan por alto en las otras pruebas. Tras hacerme el escáner podría evaluar mejor mi lesión, y entonces decidiría si operarme.
Nos despedimos, era lunes. Nos dijo que el viernes podría volver a verme. Es decir, tenía que intentar que me hiciesen el escáner cuanto antes para así poder ir a ver al médico el viernes y adelantar todo el proceso. Tenía prisa porque se acercaba septiembre y el día 13 empezaba el curso en Alicante. Era una carrera contrarreloj.
Fuimos a pedir cita para el escáner, y comentando que teníamos prisa nos dieron cita para el día siguiente, martes, así que perfecto. Después fuimos a pedir cita para el traumatólogo, para que me viese el viernes. La administrativa nos comentó que de martes a viernes era poco probable que estuviese el informe del radiólogo, pero nos habían dicho en Rayos que sí, que lo pondrían como urgente y que no habría ningún problema, así que nos citó para el viernes.
El médico me había dado un papel, que es el que tuve que entregar en radiología para que me diesen cita para el escáner. En ese papel ponía una indicación para el radiólogo, de modo que éste supiese en qué fijarse más detenidamente a la hora de hacer el escáner.
TAC tobillo derecho tendón aquiles en inserción con calcáneo. ¿Nidus?
Me quedé con la palabra Nidus. No sabía qué significaba, ni por qué había puesto eso el médico, pero estaba claro que el doctor estaba preguntando al radiólogo si se veía eso. En resumidas cuentas, el doctor me había comentado que "puede haber otras causas que lo expliquen [el dolor]... pero serían cosas más raras". Igual el nidus era lo que estaba buscando el traumatólogo, igual era esa la causa rara a la que se refería. No sabía si "nidus" significaba alguna enfermedad o si simplemente era una palabra del mundillo médico de la que no me tenía que preocupar.
Cuando llegué a casa lo primero que hice fue conectarme a internet y buscar en el buscador la palabra "nidus". Sí, sé que no lo debería haber buscado. Tampoco es que yo sea hipocondriaco, pero tenía curiosidad por saber qué estaba buscando el traumatólogo. Al final, buscando, no encontré una definición exacta de "nidus", pero muchas páginas en las que se hablaba de nidus hacían referencia al osteoma osteoide, un tumor óseo benigno. Así que leí sobre el osteoma osteoide, y entre los síntomas comunes destacaban: "el síntoma característico es el dolor bien localizado que puede ser más severo por la noche y es aliviado por aspirina". También se decía que el osteoma osteoide se da en jóvenes. Tenía sentido que el traumatólogo estuviera buscando un osteoma osteoide, y entonces entendí algunas de sus preguntas sobre si la aspirina me aliviaba, si el dolor era más intenso por la noche, etc.
Lo raro era que el osteoma no se hubiera visto en las radiografías ni en la resonancia magnética pero entonces encontré un informe médico en el que unos traumatólogos estudiaban un caso de un osteoma osteoide en una joven de 20 años. Ni las radiografías ni la resonancia reflejaban el nidus característico del osteoma osteoide, pero con un TAC sí que se revelaba. Así pues, tenía sentido también que el traumatólogo quisiese hacerme un escáner para descartar la presencia de un osteoma osteoide.
Pero me estaba empezando a emparanoiar, así que dejé de darle vueltas. Yo había llegado a la conclusión de que el traumatólogo me mandó el escáner para descartar un osteoma osteoide, pero había llegado a esa conclusión simplemente por leer la palabra NIDUS en el informe para el radiólogo. Igual no tenía nada que ver con un osteoma, igual yo estaba totalmente equivocado. La verdad es que no le dí mayor importancia, y me fui a estar un rato con mis amigos.
Al día siguiente me hice el escáner (TAC) e indicamos a la secretaria de Rayos que tenía que estar para el viernes, y amablemente nos dijo que sí, que lo pondría como urgente. Le dimos las gracias y me fui a casa con mi madre.
El miércoles y el jueves estuve algo nervioso. Quería que llegase el viernes para ver qué había salido en el escáner. Suena raro, pero deseé que no fuese tendinitis. Si fuese tendinitis podría significar estar así para siempre, o tener una recuperación lentísima, o nula. Pero no quería que fuese un osteoma. Estaba preocupado, y esos días dormí muy mal.
A todo esto, yo seguía con un dolor constante a todas horas, sobre todo, de noche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario